El arquitecto Pedro Ferrazini finalizó la construcción de una pequeña vivienda que aprovecha las amplias vistas del entorno en un barrio de la localidad de Ibarlucea (Rosario, Santa Fe). Además, la construcción eleva el programa de la vivienda para aprovechar así la planta baja como espacio semicubierto destinado a reuniones, que guarda relación directa con el parque y la pileta.
Para Ferrazini, el proyecto constituyó una oportunidad para combinar dos tipos de materiales. Por un lado, la estructura de vigas metálicas en forma de “W”; y, por el otro, los muros de ladrillos de hormigón que aportan una textura rugosa y rústica a la fachada.
El espacio libre polivalente situado debajo del loft de 55m² delimita un espacio sombreado y fresco junto a la piscina. El balcón de malla metálica, situado por encima, filtra la luz solar para los asados de invierno.
En el interior, la vivienda carece de divisiones interiores. Los ventanales, dispuestos hacia la fachada que da al jardín, aportan iluminación natural y enmarcan el paisaje campestre.