El proyecto de la casa en Providencia, diseñado por Guillermo Hevia, consiste en la reforma, transformación y ampliación de un patio y una casa de mediados del siglo XX en Providencia. Reutilizar una construcción con la idea de que perdure supone una actitud deseable en tiempos donde todo se desecha para especular.
La primera operación del proyecto estuvo centrada en la idea de poner en valor la casa, devolviéndole su estado original. Esto implicó recuperar espacialidades, medidas y relaciones que habían desaparecido, demoliendo una serie de intervenciones de mala calidad que habían sido añadidas a lo largo del tiempo.
Lo segunda operación supuso ordenar el sitio, la planta y el programa, orientando el funcionamiento a un nuevo estilo de vida y lograr ciertas relaciones espaciales más integradas, que no existían en la casa original. Así se logró establecer una relación total entre recintos públicos como el estar, el comedor y la cocina, se modificó la posición del acceso y se generó una mayor relación con el exterior y el nuevo sistema de patios y terrazas.
El espacio exterior retoma su condición de patio urbano, entre vecinos, introduciendo una serie de espacios y terrazas que establecen las relaciones con las medianeras. En ellas encontramos una piscina, un comedor exterior, un estar, el estacionamiento y una serie de jardines con distintos tipos de árboles y especies vegetales.
La tercera operación implicó eliminar ornamentos sin uso, como cornisas, barandillas o balaustras, reemplazar las ventanas por paños de un solo cristal y unificar el volumen mediante un mismo color, para generar una nueva neutralidad.
La cuarta operación consistió en la construcción de un pabellón dormitorio encima de una terraza de grandes dimensiones y sin uso situada en el segundo piso. El pabellón se relaciona con lo existente por contraste, mediante un sistema material y estructural basado en la abundancia de elementos de baja sección en acero, evitando sobrecargar lo existente. El pabellón también construye una nueva especialidad interior y establece una relación inédita con el exterior mediante una ventana contrapuesta a las aberturas puntuales de la casa original. Así se evita mimetizar lo nuevo con lo original.
