La nueva vivienda unifamiliar de dos niveles se emplaza en una zona suburbana de Surbiton. A primera vista, su techo a dos aguas y sus muros pintados de blanco parecieran ofrecer un contrapunto con las construcciones tradicionales vecinas. Sin embargo, la forma y materialización están fuertemente influenciadas por el entorno, y el diseño surgió de la sutil articulación de referencias al lenguaje arquitectónico local.
Según Surman Weston, el alzado en forma de “A” está inspirado en el antiguo estilo Tudor, muy presente en los suburbios de la región. A su vez, la fachada trasera cuenta con un gran ventanal con herrería pintada de blanco, que les otorga un lenguaje más contemporáneo a las vidrieras emplomadas, características del estilo Tudor.
La implementación del color blanco para el exterior forma parte de una larga tradición en las villas y edificios cívicos del sitio, que se remonta al siglo pasado. Un ejemplo significativo es la Estación de Tren de Surbiton, obra maestra del Art Decó proyectada por James Robb Scott, que constituyó una gran fuente de inspiración para Surman Weston durante el período de diseño de la vivienda.
La disposición interna de la casa fue pensada para ofrecer diversas experiencias espaciales. Se accede mediante un vestíbulo de triple altura que conforma una especie de patio interno, por lo que sus materiales son deliberadamente crudos, con paredes de ladrillo visto y suelos de hormigón rugoso.
Desde el vestíbulo se accede a un espacio más bajo y oscuro que se conecta con la sala de estar. Al pasar de la entrada al salón principal, la altura del techo aumenta drásticamente y el espacio se ilumina mediante las ventanas traseras, que a su vez ofrecen vistas panorámicas del jardín.
Por otra parte, la paleta de materiales se vuelve más cálida mediante la inclusión de suelos de madera y paredes de yeso suavizadas, que además ofrecen un contrapunto con la cubierta de acero y el suelo del resto de la casa. Asimismo, la losa de estructura expuesta añade textura al ambiente y es considerada una reinterpretación moderna de las vigas de madera del estilo Tudor.
Los dormitorios y los baños están ubicados en el tradicional desván del piso superior, y cuentan con techos altos de cinco metros de altura. Además, el cuarto principal tiene acceso a un pequeño balcón cubierto con cerramientos en mampostería.