La Comunal es un espacio cultural cooperativo que nace de la alianza entre diferentes proyectos de economía social y solidaria, para multiplicar su alcance e impacto en la comunidad. El proyecto apuesta por un salto de escala y por la generación de un nuevo nodo y espacio de referencia cultural en la ciudad.
Ubicada en el barrio de Sants de Barcelona, la conforman siete cooperativas de trabajo y una asociación.
Las naves que conforman el conjunto se construyeron alrededor del año 1926. Originalmente estaban destinadas al almacén de velas navales, pero al cabo de un tiempo se convirtieron en fábricas de las mismas. Como premisas de diseño, se tomaron en cuenta la construcción y recuperación de la geometría original, la rehabilitación de los espacios y la generación de patios y circulaciones.
La volumetría previa a la obra había desdibujado su forma original, donde el patio actual era una planta baja totalmente cerrada. La primera fase de la intervención consistió en recuperar la geometría inicial y devolver al barrio las naves que lo conformaron.
A excepción del restaurante y la sala de conciertos, los espacios recibieron una intervención mínima. La prioridad fue consolidar el conjunto estructuralmente y flexibilizar las posibles maneras de ocuparlo con instalaciones modulares y adaptables. Los exteriores se estudiaron minuciosamente y las fachadas se intervinieron de manera respetuosa, luego de entender su composición inicial.
La obra nueva prioriza componer un patio y unas circulaciones que sigan la alineación original del conjunto. El patio y la sala polivalente conforman un todo, que funciona como platea o escenario de un teatro abierto rodeado de balcones.
La Comunal, en sus noventa y cinco años de historia, siempre ha sido un lugar de trabajo. Los usos originales de las naves eran viviendas, almacenes y comercios, y los usos para los que se han rehabilitado son los de almacenes, oficinas, sala de conciertos, restaurante y espacios comunitarios.
Respetar la forma original de las naves fue tan necesario como aplicar una mirada energética fresca al patrimonio. Así, se mantuvo la secuencia de las tres naves y se introdujeron entre elementos captores y disipadores de temperatura.
Por su lado, el patio permite la ventilación y la iluminación de todos los espacios que lo rodean.