Al abrir la puerta de la vivienda original, aparecía un espacio angosto y oscuro del que nacía un largo pasillo que discurría por toda la casa, dando acceso a cinco estancias: un baño, un dormitorio grande, un dormitorio pequeño, una cocina y un salón-comedor.
Existía una arquitectura anodina, con una pobreza espacial evidente a la que el propietario no se había acostumbrado, a pesar de haber vivido allí más de 10 años, y expredaba su deseo de dar carácter, brillo y calidez a su hogar.
A partir de los setenta metros cuadrados disponibles de la casa y los requisitos del cliente, se planteaoron tres zonas que fluyen entre ellas y que, según las necesidades, se pueden utilizar como un único espacio o como tres independientes: dormitorio-baño, sala multiusos y cocina-comedor-salón.
Algunos tabiques se eliminaron y otros se perforaron, dando lugar a un pasillo ambiguo, infinito e iluminado en todo momento.
Este corredor es una zona de paso, pero, si el usuario quisiera, podría cambiar las aberturas de las estancias, pasando a formar parte de alguna de ellas.
Este “no pasillo” es el elemento vertebrador de la libre organización de las piezas y el recorrido entre ellas, alejándose del corredor angosto e infinito previo que no tenía más función que la de ser recorrido.
Esta versatilidad da tanta potencia a la intervención la casa puede ser entendida como una gran espacio, un largo pasillo que se dilata y se contrae o como tres espacios independientes, aportando una flexibilidad de recorridos total.
Con el fin de darle un aire estético más marcado y otorgar luz, brillo y carácter a la intervención, se eligieron tres colores como motor tanto organizativo como de uso del proyecto.
Previamente a la reforma la vivienda se encontraba pintada en gris en su totalidad y, junto con el suelo beige grisáceo mate y la carpintería de madera en tonos claros, la imagen que ofrecía distaba mucho de ser luminosa.
Como estrategia contraria, mediante una composición de tres colores que ayudan a organizar un único espacio subdividido, adjudicamos cada uno a diferentes elementos, según la intención en cada espacio, pudiendo así dar pistas de sus usos y funciones.