Un jardín flotante, concebido para surcar las aguas del Mármara y el Bósforo, conecta las Islas Príncipe de Estambul con las costas asiáticas y europeas de la ciudad. Entre junio y julio de 2021, el jardín se desplazó y a lo largo de su recorrido fue recibiendo a académicos y pájaros, eventos y conversaciones, pescadores e insectos, bailarines y gatos salvajes, hasta convertirse en un pabellón público y nómada poblado por los habitantes y las historias de los territorios terrestres y marítimos de la zona.
Inspirado en los diarios de viaje de Bruce Chatwin, el itinerario de Cantos de Büyükada explora la emergencia de una definición contemporánea de “naturaleza” en las islas, influenciada por el singular microclima mediterráneo, la evolución de los patrones migratorios de las aves, el agotamiento de los peces, las interferencias entre especies espontáneas, cultivadas, autóctonas y no autóctonas, el trasplante de corales, los debates sobre la prohibición de los coches de caballos y la conservación de los bosques de pinos y makis de las islas dentro de un clima físico y social en plena evolución.
El jardín se presenta como un espacio situado en los límites entre la política, el diseño y la ecología, capaz de estimular conversaciones sobre las mismas aguas que se pretenden describir y transformar, en el que se puedan abstraer y generalizar los temas a tratar, y al mismo tiempo asentarse, vincularse a un lugar: oscilar entre el contexto material de las aguas, los suelos y los animales no humanos y sus abstracciones culturales.—