Tres preguntas a Equipo de Arquitectura

Cuarta entrevista de la serie tres preguntas a.

Fotografía Amado Franco

Horacio Cherniavsky, Viviana Pozzoli y Roque Fanego fundaron Equipo de Arquitectura en 2017. Su práctica se distingue por integrar el entorno natural existente con lo construido, transformando el sitio y potenciando sus preexistencias. Definen su visión de la arquitectura como “primitiva y esencial”: primitiva por su relación conceptual con el origen de la profesión y esencial para evadir las relaciones con lo innecesario. Equipo de Arquitectura se desenvuelve en varios campos de la profesión, y considera que el ejercicio de la docencia es fundamental en la articulación entre la práctica y la academia.

¿En qué momento decidieron ser arquitectos?

Decidimos ser arquitectos sin saber lo que implicaba realmente. De a poco fuimos entendiendo la importancia del papel del arquitecto en la sociedad y nos dimos cuenta de que, a medida que pasa el tiempo, nuestra propia percepción de la función de la disciplina mutaba y se complejizaba cada vez más.

¿Qué libro (u otro soporte disco/revista/ensayo) los acompañó y acompaña a lo largo del tiempo?

Tenemos el hábito de estar en constante contacto con libros, música, películas y diferentes fuentes de aprendizaje. Todo esto siempre en compañía de un espresso. Estos estímulos nutren nuestra producción y nos permiten vincular lo que hacemos con las distintas maneras de expresar y manifestar una voluntad. El rango es demasiado amplio como para reducirlo a la definición de un autor, un compositor o un director.

¿Hacia dónde debería dirigirse siempre la arquitectura?

No podemos ponernos en una plataforma moral y apuntar el rumbo de la arquitectura, pero podemos identificar cual no es la dirección correcta. Consideramos que las antiguas prácticas exclusivas y elitistas hoy en día son obsoletas y lo único que construyen son barreras cada vez más grandes entre los diferentes estratos sociales. La arquitectura ya no debería ser un commodity diferenciador, celoso y egoísta. Si la paradoja de nuestro habitar es destruir para construir, no podemos permitirnos destruir más de lo justo y necesario. Es ilógico, pero altamente popular, vender la imagen de progreso y sostenibilidad, promoviendo productos y acciones que se alejan de la propia esencia de lo que supuestamente ofrecen. La investigación produce conocimiento y la experimentación nos permite aprender de nuestros propios errores; por ende, mientras nos mantengamos inquietos, buscando, estaremos lejos del atrofiado mundo de las certezas y la falsa moral.

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