La casa, ubicada en el barrio obrero de Kaohsiung, cerca del histórico horno de ladrillos “Taiwan-Renga” (1899), rinde homenaje a la zona con una fachada moderna de ladrillos de arcilla flotantes. En un distrito de estrechas calles y fuerte cohesión social, la intimidad tiende a ser vulnerada. Para preservar la privacidad, las ventanas permanecen cerradas durante el día, y los espacios al aire libre, como balcones y terrazas, raramente se utilizan.
La Veil House desafía esta dinámica pública/privada al crear un refugio tranquilo que transforma la noción convencional de vivienda en este barrio. Su fachada de ladrillo perforado elimina la necesidad de tratamientos en ventanas, permitiendo al mismo tiempo la entrada de luz tamizada en todas las áreas de estar y dormitorios.
La búsqueda de seguridad y privacidad transforma la vivienda en un ente con una envolvente permeable. Al igual que los poros de la piel, la densidad de las perforaciones se ajusta según las exigencias funcionales de los ambientes.
A nivel de la calle, el proyecto dispone de estacionamientos para vehículos que no interfieren visualmente con el acceso peatonal, enmarcado por una amplia puerta de acero inoxidable.
Al ingresar, un jardín interior recibe a los residentes, creando una transición suave desde las bulliciosas calles de la ciudad hacia la serenidad del interior.
El jardín interior funciona como un atrio desde el cual se accede a la sala de estar principal ubicada en la segunda planta. Está revestido con lamas verticales de aluminio, siguiendo una técnica vernácula taiwanesa para proteger ventanas y resaltando la verticalidad de la vivienda. Desde el punto de vista funcional, el atrio es multifacético: actúa como un jardín urbano en la planta baja, suministra luz natural en los dormitorios desde los balcones, facilita la ventilación cruzada con la fachada de ladrillo y conecta a los distintos niveles.
En todos los interiores, el suelo de terrazo diseñado a medida delinea los espacios en las áreas de planta abierta. Por su lado, la carpintería de roble blanco oculta la cocina, los espacios de entretenimiento y de almacenamiento. La simplicidad de los materiales genera una atmósfera interior minimalista.
Así, la Veil House se erige como un refugio que encapsula la búsqueda de un estilo de vida apacible y espacioso, desafiando con éxito el ajetreo del exterior.