La comuna de Agordo se distingue por su paisaje alpino formado por el valle de las montañas Dolomitas y sus construcciones de baja densidad. La sala Polivalente, inspirada en el contexto urbano y paisajístico, fue diseñada de acuerdo con los cánones formales de las llamadas “tabià”, construcciones rurales de madera, propias de la región, con elementos de refuerzo oblicuos.
Studio Bressan junto con Studio Botter reinterpreta el lenguaje local y lo adapta a las necesidades tipológicas del nuevo edificio, que está diseñado para albergar diversos usos, vinculados tanto a actividades comerciales como a servicios para la comunidad local y provincial. La estructura permite actividades de entretenimiento colectivo de diversos tipos, como eventos, conciertos, espectáculos teatrales, conferencias, muestras de arte, ferias y exposiciones. La gran sala puede dividirse libremente en submódulos, que se adaptan a las necesidades futuras del edificio y de sus usuarios.
El acceso principal al vestíbulo está situado al norte, protegido por el gran voladizo de la cubierta, mientras que la entrada secundaria está situada al sur, junto al edificio existente.
Asimismo, el proyecto se extiende de norte a sur bajo una secuencia de elementos verticales alternados con puntales oblicuos, que definen la fachada y refuerzan la estructura. Un sistema de grandes vigas reticuladas garantiza una luz libre de casi cincuenta metros y permite extender el volumen interior en más de cien metros en el lado largo del edificio.
Las fachadas norte y oeste forman grandes ventanales que ofrecen una amplia visión del paisaje montañoso circundante. Las fachadas sur y este son opacas, orientadas hacia la ladera que hay detrás y hacia el edificio de almacenes existente, respectivamente.
Los voladizos de la cubierta, que protegen los sistemas acristalados, sirven de amparo ante la intemperie, además de permitir el correcto aprovechamiento de los rayos solares durante el verano y el invierno, reduciendo los costos de acondicionamiento del aire.
La estructura define la imagen del edificio y delimita su espacio interno. Al tratarse de una construcción liviana y amplia, el proyecto se convierte en un signo local que interviene activamente en el paisaje donde se inserta.