Este pabellón se concibió como un espacio de exposición permanente para mostrar los ocho estados nororientales de la India en el marco de la Feria de Artesanía de Surajkund 2023, una feria anual que promueve la artesanía india y ofrece una plataforma para los artesanos. El recinto está situado en Faridabad, cerca del histórico lago artificial de Surajkund, mandado construir en el siglo X por el rey Suraj Pal, de la dinastía Tomar.
El Noreste de la India (oficialmente Región Nororiental) es una unidad administrativa geográfica y política del país. Comprende ocho estados: Arunachal Pradesh, Assam, Manipur, Meghalaya, Mizoram, Nagaland, Tripura y Sikkim. Allí hay una gran diversidad y las formas autóctonas de arte y artesanía están muy extendidas. En la región, la mayoría de los hogares tienen un telar y usan ropa hecha en casa. Esto se convirtió en la principal fuente de inspiración, con 8 telares indígenas y sus métodos de trabajo mostrados por los respectivos artesanos, que unieron los espacios y se convirtieron en el centro de la exposición.
La arquitectura celebra la tradición de la construcción local con bambú, frecuente en casi todos estos estados, y está construida por artesanos expertos de la región. El mayor reto era materializar el pabellón en un plazo de sesenta días. Esto incluía el tiempo necesario para conseguir el bambú, el viaje de noventa artesanos hasta el lugar y la construcción del pabellón.
La disposición rectangular del pabellón abarca ocho patios en los que se exponen los telares manuales de cada estado; la geometría de estos espacios se inspira en la huella de Surajkund, que es un segmento circular. Cada una de estas ocho galerías cilíndricas se cruza con el tejado hiperbólico a diferentes alturas, reflejando la topografía accidentada del noreste del país. Las galerías semiabiertas exponen ocho telares manuales autóctonos de las distintas tribus de la región, y cada galería enmarca vistas del paisaje del lugar.
Su diseño sencillo y legible lo hace accesible a visitantes locales e internacionales, y el camino serpenteante que atraviesa el pabellón le permite convertirse en una extensión natural de los 100 acres de recinto ferial. El diseño abierto y permeable del espacio difumina los límites entre el pabellón y la naturaleza circundante.