El Pabellón Mediterráneo es un homenaje a la persiana mediterránea, un mecanismo que ha permitido durante siglos la adaptación de los espacios habitados por el ser humano a las inclemencias del tiempo, ofreciendo una solución eficaz, sencilla y ligera para combatir las altas temperaturas.
El proyecto se concibe como una persiana urbana, que, en lugar de proteger una ventana, cubre toda una plaza, y en lugar de resguardar a un sólo individuo, congrega a toda una comunidad.
Esta propuesta resultó ganadora del concurso de ideas de la edición 2023 del TAC! Festival de Arquitectura Urbana, abierto a jóvenes profesionales, una iniciativa impulsada de la Secretaría General de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) y de la Fundación Arquia, cuyo objetivo principal es hacer relevante la arquitectura joven en España, brindando la oportunidad de construir una obra pública de referencia en forma de pabellón temporal.
La persiana es más que un elemento arquitectónico, es un símbolo cultural. Consiste en una respuesta particular a un clima singular. No es casualidad que numerosas ciudades del sur de Europa que comparten clima, y a veces mar, hayan adoptado esta solución para protegerse de las altas temperaturas.
El proyecto se ubica en la Plaza Músico López Chavarri, en el histórico barrio del Carmen de Valencia, un espacio que es el resultado de la demolición de un edificio de viviendas. Esto, tal vez, explica las carencias del lugar: falta de sombra, mobiliario, vegetación y agua. Es un espacio por donde la gente transita, pero no permanece.
La instalación se estructura en dos pórticos triangulares de madera que permiten descolgar una larga persiana alicantina, también de madera, en forma de catenaria.
El color verde oscuro, responde a uno de los cinco colores tradicionales en los que se fabrican las persianas de esta región. Una apertura circular en la cubierta alumbra un pequeño jardín interior, construido con vegetación y tierra del propio solar, que contribuye a atemperar el clima del final del verano.
Una serie de piedras, que además de servir como contrapeso, actúan como mobiliario para congregar a las personas.
La sombra rasgada que proyecta permite configurar un espacio público “al fresco”, donde durante todo un mes, tuvo lugar la programación de TAC!