La ciudad alpina de Bludenz, una comunidad en la que conviven la agricultura, los establos antiguos y los edificios residenciales, realizó en 2014 un estudio de factibilidad para proyectar un conjunto de viviendas. En consecuencia, se definieron los requisitos del nuevo desarrollo: permeabilidad, un paseo público para los peatones, además de espacios comunitarios abiertos. La urbanización debía generar valor añadido para todo el barrio. Con esta premisa, feld72 diseñó el conjunto de viviendas Maierhof. Los arquitectos organizaron el programa en ocho edificios de tres plantas, cuyas dimensiones se basaron en la “Zürcherhaus”, una antigua residencia vecina.
Las casas, diseñadas como cubos compactos, parecen idénticas a primera vista. Sin embargo, ningún edificio es igual al otro: cada una de las ocho estructuras está alineada y dimensionada de manera diferente para permitir relaciones visuales versátiles.
El acceso vehicular al complejo se extiende al norte de la parcela, liberando la mayor parte de los espacios verdes exteriores. El acceso principal para los peatones se realiza a través de la plaza en la esquina suroeste del Maierhof, en el punto de intersección con el barrio. El solado contrastante con el pasto delimita caminos circulatorios que atraviesan el predio.
El espacio central se proyectó como un sector público para todo el barrio y está gestionado en conjunto por la ciudad y la cooperativa de viviendas. El espacio ofrece áreas verdes para juegos, reuniones, acceso y estacionamiento para bicicletas. En el borde oriental de la parcela se ubica un sector pensado como jardín comunitario colindante con los campos abiertos.
Además de los espacios abiertos, el complejo cuenta con una sala común situada en la planta baja de la entrada, también administrada por la ciudad. Los ocho edificios ofrecen diversas tipologías subvencionadas para alquiler y venta. Las dimensiones de los 67 apartamentos oscilan entre 37 m² para una habitación y 91 m² para departamentos de cuatro habitaciones. Todas las unidades incluyen galerías exteriores privadas.
El Maierhof cuenta con una fachada de elementos prefabricados de madera que contrasta con los materiales de hormigón del acceso.
Los listones verticales de abeto autóctono, sin tratar y sin pulir, están dispuestos alternando diferentes anchos. Un perfil metálico estructura la fachada hacia arriba y marca la transición entre la planta baja y las dos plantas superiores. Las aberturas cuadradas y los marcos de las ventanas de madera remiten al estilo de la “Zürcherhaus” original.