La vivienda tradicional china con patio, también llamado siheyuan, es una tipología bien conocida por ilustrar los ideales de Confucio, al albergar extensas unidades familiares bajo un mismo techo. Vivir bajo el mismo techo significa “vivir juntos”, y la idea es el nexo que une la noción de comunidad, especialmente en un contexto íntimo, con la forma elaborada para este proyecto, situado en Singapur.
Para el encargo de esta residencia privada, el estudio Neri&Hu recibió una serie de peticiones por parte del cliente: la nueva casa debía alojar bajo el mismo techo a tres hermanos; debía incluir un pequeño espacio conmemorativo para su difunta madre; y, por último, debía conservar la forma del tejado a dos aguas, una característica definitoria de la casa de su infancia.
La casa original contaba con un estilo que se asemejaba al bungalow colonial británico, con elementos híbridos de las casas tradicionales malayas, como los profundos aleros para resguardarse de la lluvia. Comprendiendo la importancia funcional del tejado y el apego emocional del cliente a su forma, los arquitectos decidieron proyectar una gran cubierta a dos aguas a modo de reinterpretación de las tradicionales casas con patio.
Asimismo, el emplazamiento original contaba con una vegetación exuberante que formaba una barrera natural a lo largo del perímetro. Ahora, la nueva casa de dos plantas organiza todos los sectores comunes en torno a un jardín central, que constituye a su vez el espacio conmemorativo para la madre de la familia.
La circulación en la planta baja se da de forma circular. Como el círculo no tiene aristas ni puntos de vista finales, permite encontrar siempre un retorno al centro, tanto físico como espiritual. El jardín define simbólicamente el corazón de la casa como un vacío siempre palpable que persiste como telón de fondo de la vida colectiva de sus habitantes.
Algunos de los espacios de la planta baja cuentan con una doble altura que favorece las conexiones visuales con los pasillos del piso superior. Además, los amplios paños vidriados maximizan la transparencia visual entre las zonas comunes y los extremos de la casa.
Los dormitorios, situados en el nivel superior, se alojan dentro de los empinados hastiales de la cubierta, de modo que, vista desde el exterior, la casa conserva la apariencia de una sola planta con tejado a cuatro aguas. Las claraboyas y los grandes muros de cristal conectan con los balcones de los dormitorios, cuyas vistas se orientan hacia los espacios ajardinados del perímetro.