Pedro Livni es arquitecto por la Universidad de la República de Uruguay (2002) y Magíster en Arquitectura por la Pontificia Universidad Católica de Chile (2011). Fue curador del pabellón de Uruguay para la Bienal de Venecia de 2012 y actualmente es profesor de las universidades Torcuato Di Tella en Buenos Aires y de la República de Uruguay, además de fundador de Pedro Livni Arquitectos con sede en Montevideo, un estudio de pequeña escala que prioriza un enfoque disciplinar en el abordaje proyectual. La dimensión estructural y los cruces con el ámbito de las artes visuales son herramientas recurrentes de aproximación a sus proyectos.
En su Autobiografía Científica (1981), Aldo Rossi señaló que toda búsqueda creativa está fuertemente vinculada a cierta forma de continuidad material, denominada “principio de continuidad”, un factor que preside a la construcción, en donde la forma arquitectónica es lo que “permanece y determina la construcción en un mundo en que las funciones están en perpetuo cambio”.
Las oficinas en calle Isla de Flores, articuladas a partir de la reconversión de un depósito industrial, se distribuyen mediante la estructura del edificio original. En este sentido, se podría decir que el proyecto está inspirado en Naked Tango (after Warhol) (1994) de Guillermo Kuitca, obra en la que los pasos dados previamente se materializan mediante el registro de las huellas de los pies.
El antiguo depósito constaba de una grilla estructural de pilares y vigas de hormigón armado, a partir de la cual el edificio vacía y completa los nuevos espacios. En el acceso, transformado en un gran vacío de triple altura, se introdujo una escalera en chapa de alma llena y un ascensor con cabina y ducto totalmente vidriado.
Para la fachada se adoptó la ventana como elemento predominante en el entorno urbano circundante, en gran medida doméstico. Así, para enfatizar el carácter institucional de las oficinas, se exageraron sus dimensiones, de modo que sobresalgan levemente del muro.–