Casa Fundamental es una escuela y jardín de infantes, concebida como un espacio de convivencia, de debate y de experimentación pedagógica, tal como lo describen sus fundadores. El proyecto se desarrolló a partir del estudio de propuestas educativas que tienen en cuenta el espacio como elemento activo de enseñanza y aprendizaje. Entre ellas, la metodología Reggio Emilia de Loris Malaguzzi, las escuelas Montessori de Herman Hertzberger, el proyecto Alt School y los postulados de Doris Kowaltowski.
En línea con lo mencionado anteriormente, el nuevo edificio fue pensado para potenciar la autonomía del estudiante durante el proceso de aprendizaje. Por esta razón, se hizo énfasis en la transparencia e integración de los elementos.
La escuela se construyó sobre un antiguo galpón industrial, lo que resulta una elección poco convencional, pero que permitió generar espacios abiertos de gran altura.
La integración con el barrio de Castelo y la comunidad local fue una de las premisas del proyecto, que incorpora la plaza pública de Manoel de Barros como sitio para llevar a cabo actividades al aire libre. A su vez, articula un espacio central interior que propicia la socialización, los juegos y que permite llevar a cabo diversos eventos para la comunidad escolar y para los vecinos del barrio.
Alrededor espacio central se ubican las aulas de 70 m², que admiten diversas configuraciones. Las puertas corredizas cuentan con pizarras y pueden abrirse completamente para ampliar el espacio.
A su vez, la escuela cuenta con un taller, pensado para la experimentación material y para la proyección de imágenes, una cocina con cerramiento transparente para que los niños puedan observar, y una huerta, donde se cosechan vegetales.
El mobiliario cumple un rol fundamental y puede utilizarse de diversas maneras. Hay espacios de guardado de juguetes, mini gradas y dispositivos móviles de descanso. A su vez, cada sala cuenta con su propia biblioteca, un probador de disfraces, alfombras, mesas, espejos, mesada y lavabo.
Los materiales y las texturas empleados principalmente fueron madera, cemento, hierro, azulejos serigrafiados y fibra de vidrio; y fueron pensados para fomentar la multisensorialidad del espacio. Para proveer iluminación natural y mejorar la acústica, se crearon nuevas aberturas sobre la cubierta y sobre la fachada y se añadió una placa termoacústica sobre el techo. La estructura se compone de perfiles de acero laminado, que permiten mayor flexibilidad y conexión entre espacios.