
Estamos en el corazón del bosque de Avándaro, en Valle de Bravo: hay cinco viviendas de descanso distribuidas sobre un terreno colmado de pinos que susurran el sonido del viento y permiten que entre sus ramas se filtre la luz del sol.

Entre Pinos es un proyecto que se aparta del esquema típico del conjunto habitacional y aprovecha las virtudes de la naturaleza y los materiales de la región.

Cada una de las cinco viviendas —todas con la misma tipología— consta de seis volúmenes posicionados de acuerdo con el programa, que se abren y se obstruyen para responder a las condiciones naturales del lugar.

Los vacíos entre las viviendas se convierten en una extensión del contexto, integrándose sutilmente en el conjunto. Las sustracciones, elemento esencial del proyecto, cumplen una doble función: algunas resaltan elementos arquitectónicos y otras adquieren un nuevo uso, como la tierra que se extrajo del lugar para el acabado final de todos los muros de la obra. De esta manera, la arquitectura resulta de la extracción y emerge con vida propia.
