El punto de partida del proyecto fueron dos viviendas en PH, ubicadas en un lote en esquina de 12 x 30 m, en un barrio de la periferia este de la ciudad de Rafaela, en la provincia de Santa Fe. Para aprovechar la situación de esquina, se dispusieron los ingresos en el lado norte más largo. Asimismo, se dividió el terreno a la mitad quedando toda la superficie construida y libre privada –con patios propios–, a excepción del retiro obligatorio norte, que contiene un jardín semipúblico.
Ambas casas son dúplex iguales de dos dormitorios (un dormitorio y baño accesible en planta baja y otro en el primer piso). En las medianeras sur y oeste están ubicados los servicios, y el resto del programa en las orientaciones este y norte, para aprovechar la iluminación y ventilación naturales.
La estructura metálica y modulada consta de doble perfiles UPN, y de tubos cuadrados y rectangulares. Las aberturas y las envolventes exteriores son de aluminio (tubos rectangulares verticales colocados de cara o canto).
Los componentes principales –estructura, envolventes y aberturas–, conforman una apariencia unificada e integrada, y cumplen múltiples roles: control climático, lumínico y visual. Además, garantizan privacidad y seguridad, con bajos costos de mantenimiento.
Las dos viviendas cuentan con galerías de doble altura, que operan como transición entre el interior y el exterior.
La planta favorece la versatilidad de usos y es flexible en el caso de llevarse a cabo futuras ampliaciones, sin por ello alterar la estructura original. En algunos de los módulos de doble altura, como el estar, el comedor y la galería, es posible añadir fácilmente entrepisos con tecnologías en seco, dentro de la misma construcción.
Un patio en planta alta culmina el proyecto y brinda vistas del paisaje natural que caracteriza el sitio, favoreciendo una atmósfera de calma y sosiego.