El Centro de Pensamiento Innovador conforma la nueva sede para los programas creativos y de investigación de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Yale. El edificio reúne a estudiantes de diversas disciplinas con el fin de fomentar soluciones innovadoras para los problemas del mundo actual. Al mismo tiempo, integra talleres y cursos colectivos que permiten a los estudiantes desarrollar sus ideas en profundidad.
El proyecto está ubicado en las inmediaciones de una plaza existente dentro del campus de Yale, entre el Becton Center, los Dunham Labs y el edificio Sheffield Sterling Strathcona. Su forma elíptica ofrece un contrapunto con el terreno rectangular y las estructuras ortogonales de los edificios originales.
El proyecto completo incluye el diseño del nuevo pabellón y la renovación de 100 m2 correspondientes a un laboratorio y un auditorio, situados bajo tierra. Por otra parte, incorpora mobiliario nuevo para la plaza.
Los accesos al pabellón están situados a eje de las puertas de entrada y salida de los edificios vecinos.
En contraste con las aulas, laboratorios y oficinas cerradas del campus, el Centro ofrece una sala de estar colectiva y abierta, y un espacio para eventos que fomenta la colaboración y el intercambio de ideas entre diferentes grupos de personas. Además, articula una sala de estudios, que constituye el corazón del pabellón. La sala, diseñada para maximizar la flexibilidad de usos, es de carácter polivalente. En este sentido, puede utilizarse para trabajos individuales, proyectos en equipo, conferencias y eventos especiales.
Los despachos, las salas de conferencias y los espacios de reunión operan complementariamente y tienen vistas a la sala de estudios. Así, las conexiones visuales y físicas permiten fortalecer los vínculos entre los distintos programas y fomentar el diálogo, elemento clave en investigaciones interdisciplinarias.
La forma ovalada favorece la circulación continua alrededor y dentro del centro, e incita al resto de la universidad a ver y participar en los programas que tienen lugar al interior del Centro.
Las salas de reuniones elípticas más pequeñas cuentan con un tragaluz circular en el medio que proporcionan luz cenital. A su vez, la alineación de los tragaluces genera una visión continua de los espacios de investigación desde diferentes perspectivas.
Por otro lado, la fachada cuenta con paneles de vidrio curvo, que contrastan con la arquitectura brutalista y gótica de piedra y hormigón de los edificios vecinos.
La calidad reflectante y transparente de la piel de vidrio permite que el pabellón actúe como un camaleón, reflejando el entorno y la actividad del campus durante el día y creando un destino impregnado de luminosidad por la noche.