El Centro Cultural Comunitario exhibe las riquezas arqueológicas y textiles de Teotitlán del Valle, un pequeño pueblo en el Estado de Oaxaca, al sur de México. PRODUCTORA divide el proyecto en dos volúmenes: el principal, situado junto a la plaza del pueblo, alberga el museo donde se encuentran las colecciones y las actividades del actual Museo Histórico de Teotitlán; el volumen secundario aloja la biblioteca y una zona de servicios. En términos formales, el proyecto se rige por la estética del entorno determinada por los parámetros de altura, color y materialidad.
El área que ocupan los dos edificios en el predio representa solo el 18% del total de su superficie, lo que da lugar a una nueva plaza y jardines públicos.
La ocupación y la disposición de los volúmenes optimizan los recorridos peatonales en el sitio y los conectan con la plaza principal, logrando insertar los nuevos espacios públicos generados por el nuevo centro cultural en el circuito de plazas existentes, que define la estructura urbana del pueblo. Las fachadas son austeras y neutras. La forma y la materialidad del edificio, como las cubiertas inclinadas de doble losa, los muros de hormigón de treinta centímetros de espesor y las aberturas controladas colaboran pasivamente con el control climático.
Esta estrategia básica ayuda a regular la temperatura en el interior del edificio y brinda a los usuarios un espacio confortable para leer un libro, trabajar o visitar el museo, al tiempo que elimina la necesidad de instalar sistemas de acondicionamiento térmico.
El espacio interior ofrece condiciones lumínicas y calidades espaciales (dobles y triples alturas) muy diversas y genera diferentes atmósferas para exhibiciones y actividades programadas.
El centro cultural utiliza una paleta mínima de materiales de elaboración local (hormigón pigmentado, madera, baldosas de barro y ladrillos) enfatizando su intención de integrarse con el entorno.