La vivienda, situada sobre la montaña Avala, es un espacio de un solo nivel construido sobre un jardín existente. La planta se articula a partir de un marco modular de 3,2 m, con un recorte interno de 9,6 m x 9,6 m. La superficie resultante conforma la zona habitable y delimita el perímetro del edificio.
La estructura de la retícula está compuesta por tubos de acero cuadrados soldados, sostenidos en la parte del voladizo por una escalera y un núcleo de hormigón que define el acceso. El espacio entre la pendiente natural y la estructura metálica ofrece sectores de sombra con vistas hacia el paisaje natural.
Cada lado de la retícula conforma una secuencia de cuatro terrazas entrelazadas que ofrecen posibilidades variadas de uso. Los límites de la estructura de acero se desdibujan a partir de la incorporación de elementos móviles y de diversos materiales, tales como red, chapa de acero y hormigón prefabricado.
De esta manera, se pueden modificar completamente la escala y el uso de los espacios según los deseos del usuario. Por ejemplo, la pared opaca que da al espacio interior central está formada por 10 grandes puertas de acero pivotantes, lo que permite que la zona de estar pase de ser un espacio interior de 50 m2 a abarcar los volúmenes de 156 m2 de las terrazas exteriores.
Una serie de cortinas dispuestas de suelo a techo dividen la cocina, el comedor, el salón, el baño y el dormitorio. Al abrirse, el espacio se transforma en un único salón que alberga los distintos tipos de mobiliario.
El diseño de TEN invierte la premisa de construir un refugio protegido, generando diferentes grados de exposición hacia la naturaleza.
Todos los detalles, incluyendo las juntas de los elementos de acero, las conexiones con los puntos de apoyo y el arriostramiento quedaron expuestos de manera tal que se lea la totalidad de la estructura en sus diferentes escalas.
El propietario, un artesano local, fue incluido en el proceso de fabricación y brindó sus conocimientos sobre construcción.
De esta manera, el proyecto se alejó del tradicional rol pasivo del cliente que, por el contrario, aportó datos sobre los materiales locales disponibles, el uso futuro y el mantenimiento práctico y necesario de la estructura.