La comuna de Canela, situada en la Provincia de Choapa, Región de Coquimbo, al norte de Chile, es conocida por su paisaje semiárido. En la zona costera, frente a la playa Agua dulce, se desarrolló una zona residencial cerrada y de baja densidad, dotada de parques, dunas naturales y una rambla peatonal, que ofrece amplias vistas del paisaje. Allí, el estudio Apio Arquitectos llevó a cabo el proyecto de la Casa AD 23.
La vivienda está emplazada sobre un terreno de pequeña pendiente frente al mar, y fue concebida para que dos familias y sus invitados pudieran vivir de manera independiente. En ese sentido, la planta cuenta con tres módulos situados hacia los extremos, separados en el medio por un espacio común semicubierto con una gran mesa de comedor y sillones.
El sector intermedio fue pensado como punto de encuentro y núcleo central del proyecto, puesto que brinda acceso y conecta los tres módulos de vivienda. Dos de ellos cuentan con un par de dormitorios y dos baños cada uno. El tercero, de mayores dimensiones, articula dos dormitorios con baño, separados por un amplio espacio de cocina, sala de estar y comedor.
La organización en planta brinda espacios protegidos de los vientos fuertes y del sol. Asimismo, una serie de pérgolas con cubierta de varas de eucaliptus de distintos espesores, filtran los rayos solares, generando un matiz de luces y sombras durante el día.
La estructura posee un revestimiento de paneles de madera en tonos marrones opacos, que se integran a las dunas y la vegetación semiárida nativa. En contraposición, los tres módulos de vivienda cuentan con paneles pintados de blanco.
Las distintas aberturas y ventanas del proyecto se dispusieron de manera estratégica y enmarcan los paisajes cambiantes de la playa, las dunas y las colinas desde las habitaciones.
El proyecto cuenta además con un detallado trabajo sobre el paisajismo, que integra flora nativa de la zona (olivos, pimientos y distintas variedades de cactus), adaptados a las condiciones del lugar.