En el centro histórico de Olot se llevaron a cabo una serie de demoliciones que, por distintas razones, tuvieron las mismas consecuencias: lotes abandonados, desfiguración de las calles y desarticulación del paisaje. Una de ellas derribó gran parte de una casa antigua, afectada por alineación de vial, dejando un vacío urbano presidido por una medianera y cuatro contrafuertes escalonados, enfrentados al lateral de la iglesia del Tura.
En este contexto, la oficina catalana unparelld’arquitectes fue la encargada de desarrollar un proyecto que comprendiera la repavimentación del suelo y la colocación de un tabique pluvial de chapa metálica que aislara el muro. Los arquitectos aprovecharon la oportunidad para dotar de urbanidad al espacio, además de garantizar la estanqueidad de la medianera. En la ciudad compacta, las fachadas dan forma y carácter a la calle.
Utilizando ladrillo hueco, construyeron lo que denominaron “escenografía de urgencia”, que completa lo que insinúan los contrafuertes existentes, dejando ver en el fondo las huellas de la distribución interna de la vivienda marcadas en la medianera.
Una construcción de tres bóvedas y cuatro nichos se ofrece al espacio público como una fachada porosa, acompañada de unos pocos escalones. Una estructura inacabada, de la cual es posible apropiarse.
Luego, el artista visual Quim Domene intervino los nichos con elementos que remiten a la historia del barrio. La iglesia, confinada entre calles estrechas, gana ahora un espacio público que preside la puerta tapiada del antiguo templo del siglo XV.