El edificio multifamiliar Azara 891 está situado sobre un lote entre medianeras de la ciudad de Lomas de Zamora, en el sudoeste del Gran Buenos Aires. El terreno, de dimensiones acotadas y sin construcciones previas, cuenta con un gran árbol de paltas que linda con la casa vecina, que el proyecto conserva a partir de un patio dispuesto entre el acceso y las unidades.
Desde la calle, se accede a través de un portón de color amarillo estridente, que ofrece un contrapunto con el gris del hormigón visto. Allí se dispuso un espacio de estacionamiento, con capacidad para tres vehículos, y un corredor que se conecta con la unidad de planta baja y un núcleo de circulación, compuesto por una escalera y un ascensor.
La unidad situada en planta baja cuenta con un pequeño patio en el fondo del lote, con un deck de madera, canteros con vegetación y una parrilla. Por otra parte, las unidades ubicadas en el primer y segundo nivel hacia el contrafrente, presentan pequeños balcones con vistas hacia el barrio.
Cada piso consta de dos unidades que ocupan el ancho del lote, tanto hacia el frente como hacia el contrafrente, separadas por el vacío que genera el patio de planta baja y el núcleo de circulación semicubierto. Esta disposición permite múltiples continuidades visuales, iluminación y ventilación cruzada.
El follaje del árbol de paltas se extiende en altura y acompaña el recorrido de la escalera, que conecta los distintos niveles.
Los grandes paños vidriados, orientados hacia la calle, permiten vistas más amplias, una mayor entrada de luz y una percepción de amplitud incrementada. El hormigón visto, los muros blancos texturados y el fuelle generado por los tensores sobre los balcones le confieren al conjunto una estética contemporánea y despojada.
Siguiendo con la lógica material de las fachadas, las unidades cuentan con pisos grises y paredes blancas, que maximizan la sensación de amplitud y claridad interiores. Las salas de estar, amplias y flexibles, admiten diversas configuraciones según las necesidades de cada usuario.
El tercer y último nivel fue concebido como una reformulación del patio de planta baja, ya que cuenta con cuatro terrazas privadas con decks de madera, que garantizan que cada unidad tenga su propio espacio de uso exclusivo con parrilla al aire libre.
Los tensores, que hacen las veces de baranda en las terrazas y balcones, fueron ideados para que crezca vegetación sobre ellos. De esta manera, funcionarán como una suerte de barrera visual permeable entre los interiores y los exteriores.