



La innovación técnica no consistió solo en la elección del material, sino también en cómo articular su propia logística. Si bien es esencial trabajar sobre materiales de base biológica, es asimismo fundamental atender a los detalles constructivos: ensamblajes, ritmos, proporciones y tipos de madera que permitan ofrecer un modo constructivo encarnado en una estética.



El proyecto consta de un volumen técnico principal (un puente de transferencia para el tratamiento de residuos y garajes), y de otros volúmenes domésticos que reúnen las oficinas y los talleres.


Además, el edificio pretende potenciar un recurso común: la madera de los bosques locales. Situada en el linde del bosque, lo más cerca posible de los tocones, la construcción fue diseñada y dimensionada en función de las especies de madera disponibles, las herramientas y el saber local.


Los troncos cortados durante la última forestación se secan a la sombra de los árboles que aún siguen de pie. Luego se cargan y transforman en la obra para que los utilicen todos los oficios que participan del proceso.

El proyecto es un alegato en favor de la construcción en madera y sus virtudes –estructura, vigas, revestimientos y techos, puertas, ventanas, siding y tabiques–, que se utilizan en diferentes estados: en bruto, sin cantear, cepillada, lijada, aceitada. Toda la madera empleada en el edificio, conformado por 186 m3 de madera maciza cortada, aserrada y transformada in situ, proviene del valle de Vercors.—